Hoteles en Florianópolis

Introducción al destino

Florianópolis es conocida como la isla de la magia debido a la fuerte presencia de alquimistas durante la colonización española y portuguesa. Es una de las ciudades brasileñas con mayor presencia europea del país, no sólo a nivel cultural sino tambien climatológico.

Situada en la isla de Santa Catalina al sur del país, Florianópolis es una ciudad que se nutre del turismo suramericano y que, como toda ciudad brasileña, dispone de unas playas que no tienen nada que envidiar a las de sus vecinas norteñas, aunque la temperatura durante el invierno impida la afluencia de bañistas durante todo el año.

¿Cómo llegar?

La mejor manera de llegar a Florianópolis es a través del Aeropuerto Internacional Hercílio Luz, situado en la parte sur de la ciudad y con conexión con los mayores aeropuertos del país y con los países vecinos suramericanos.

Aunque desplazarse con taxi no resulta tan caro como en Europa, los habitantes de Florianópolis suelen preferir utilizar el omnibus, que conecta todos los puntos de interés de la ciudad.

¿Qué ver y qué hacer?

Florianópolis es famosa especialmente por sus excursiones para bucear, siendo el islote de Campeche el lugar más conocido para realizar las inmersiones. Por otro lado, el variado paisaje de la isla de Santa Catalina, sobre la que se asenta la ciudad, dispone de montañas y riscos por los que se suelen organizar escaladas y excursiones a los diferentes parajes de la isla, muchos de los cuales te ofrecen unas maravillosas vistas del Atlántico.

También es destacable la arquitectura, influenciada por el colonialismo, como queda patente en muchas de las iglesias que verás, como la Catedral Metropolitana o la Iglesia de San Francisco.

Fechas importantes

Como en todas las ciudades brasileñas, el carnaval merece una mención al margen del resto de celebraciones locales, y es conocido como el más importante del sur de Brasil.

Por otro lado, la fuerte presencia de emigración alemana ha provocado que las fiestas germanas tengan una fuerte presencia en Florianópolis, siendo el oktoberfest la más destacada de todas. Aunque se celebra desde 1984, esta festividad ha ido creciendo hasta recibir alrededor de 700.000 personas durante las celebraciones, que tienen lugar durante el mes de octubre.

Compras

El Mercado Municipal, además de ser uno de los principales atractivos turísticos de Florianópolis, con su arquitectura e historia, es una parada esencial para los viajes de compras. Un viaje a Floripa no estaría completo sin la necesidad de comprar un bikini o traje de baño y algunos accesorios para el surf, pero también hay opciones para aquellos que siempre están en busca de productos innovadores, tanto aquellos con encanto, como hechos a mano o exclusivos.

Si quieres comprar ropas nuevas, artículos para el hogar y artesanía, en Florianópolis se encuentran varios centros comerciales que valen la pena visitar. El Centro Comercial Beiramar es el centro de compras más grande de la ciudad, situado en el centro del paseo marítimo. Aquí puedes encontrar incluso buenos teatros, cines e importantes boutiques de marcas exclusivas.

Gastronomía típica

Como suele suceder en todas las ciudades de la costa brasileña, la gastronomía local ofrece una mezcla muy variada para el paladar del viajero, mezclando sabores africanos con la influencia europea de la colonización y la cocina autóctona. Sin embargo, en esta ciudad está particularmente presente la tradición europea, que te ofrece especialidades marinas, siendo las ostras y las gambas las más destacadas. Florianópolis es el mayor productor de ostras de Brasil.

También tiene mucha presencia la variedad de pescado, que se sirve frito, ahumado, asado o envuelto en hojas de plátano. En todo caso, la oferta gastronómica también incluye numerosos restaurantes europeos.

Clima

Alejada del calor con el que se suele identificar a todo el país, la temperatura de Florianópolis se mueve en un intervalo de sensaciones suaves. En verano suele rondar los 30ºC, mientras que en invierno el termómetro puede caer hasta los 6 o 7 ºC. De hecho, es la cuarta ciudad más fría de Brasil.

Cómo moverse

La mejor manera de llegar a Florianópolis es a través del Aeropuerto Internacional Hercílio Luz, situado en la parte sur de la ciudad y con conexión con los mayores aeropuertos del país y con los países vecinos suramericanos.

Aunque desplazarse con taxi no resulta tan caro como en Europa, los habitantes de Florianópolis suelen preferir utilizar el omnibus, que conecta todos los puntos de interés de la ciudad.

Qué ver y qué hacer

Florianópolis es famosa especialmente por sus excursiones para bucear, siendo el islote de Campeche el lugar más conocido para realizar las inmersiones. Por otro lado, el variado paisaje de la isla de Santa Catalina, sobre la que se asenta la ciudad, dispone de montañas y riscos por los que se suelen organizar escaladas y excursiones a los diferentes parajes de la isla, muchos de los cuales te ofrecen unas maravillosas vistas del Atlántico.

También es destacable la arquitectura, influenciada por el colonialismo, como queda patente en muchas de las iglesias que verás, como la Catedral Metropolitana o la Iglesia de San Francisco.

Eventos y fiestas típicas

Como en todas las ciudades brasileñas, el carnaval merece una mención al margen del resto de celebraciones locales, y es conocido como el más importante del sur de Brasil.

Por otro lado, la fuerte presencia de emigración alemana ha provocado que las fiestas germanas tengan una fuerte presencia en Florianópolis, siendo el oktoberfest la más destacada de todas. Aunque se celebra desde 1984, esta festividad ha ido creciendo hasta recibir alrededor de 700.000 personas durante las celebraciones, que tienen lugar durante el mes de octubre.

De compras

El Mercado Municipal, además de ser uno de los principales atractivos turísticos de Florianópolis, con su arquitectura e historia, es una parada esencial para los viajes de compras. Un viaje a Floripa no estaría completo sin la necesidad de comprar un bikini o traje de baño y algunos accesorios para el surf, pero también hay opciones para aquellos que siempre están en busca de productos innovadores, tanto aquellos con encanto, como hechos a mano o exclusivos.

Si quieres comprar ropas nuevas, artículos para el hogar y artesanía, en Florianópolis se encuentran varios centros comerciales que valen la pena visitar. El Centro Comercial Beiramar es el centro de compras más grande de la ciudad, situado en el centro del paseo marítimo. Aquí puedes encontrar incluso buenos teatros, cines e importantes boutiques de marcas exclusivas.

Qué se cuece en Florianópolis

Como suele suceder en todas las ciudades de la costa brasileña, la gastronomía local ofrece una mezcla muy variada para el paladar del viajero, mezclando sabores africanos con la influencia europea de la colonización y la cocina autóctona. Sin embargo, en esta ciudad está particularmente presente la tradición europea, que te ofrece especialidades marinas, siendo las ostras y las gambas las más destacadas. Florianópolis es el mayor productor de ostras de Brasil.

También tiene mucha presencia la variedad de pescado, que se sirve frito, ahumado, asado o envuelto en hojas de plátano. En todo caso, la oferta gastronómica también incluye numerosos restaurantes europeos.

El clima

Alejada del calor con el que se suele identificar a todo el país, la temperatura de Florianópolis se mueve en un intervalo de sensaciones suaves. En verano suele rondar los 30ºC, mientras que en invierno el termómetro puede caer hasta los 6 o 7 ºC. De hecho, es la cuarta ciudad más fría de Brasil.

Datos prácticos

La moneda de Brasil es el real (1 R$ = 0,38 EUR o 0,5 US$). Existen oficinas de cambio en toda la ciudad, aunque lo cierto es que todos los establecimientos de Florianópolis aceptan tarjetas de débito y de crédito. Sin embargo, será necesario disponer de dinero en efectivo para acceder al transporte público o para la venta ambulante.

Entonces...

Florianópolis es una bella capital que suele recibir poco turismo desde Europa pese a ser una de las ciudades brasileñas con mayor presencia de emigrantes del Viejo Continente. Ofrece una experiencia a caballo entre las dos culturas y muy alejada del turismo convencional.