Hotel Torre Zumeltzegi

fuimos en fiestas una noche, día de muchísimo calor,por eso se nos hizo dura la cuesta que en 5 minutos baja al centro, es muy empinada, ya lo sabíamos pero estar en el centro con esas vistas y con parking es difícil en Oñate, la habitación es amplia y con todo lo necesario, quizás por poner un pero, eche de menos una llave electrónica, pues tiene normal con un llavero pesado, aunque no lo usamos tiene cafetera de cortesía en la planta baja con sillones y bebidas de pago si se consumen, el desayuno estaba incluido fuimos a última hora y quedaba ya poca cosa, en resumen está muy bien y es recomendable. Íñigo un chico muy majo es el que nos atendió al entrada y nos dio la explicaciones, no sabíamos hora de entrada que era a las 14:30 pero al estar la habitación preparada nos dejaron pasar a las 13:15 un detalla pues así bajamos al pueblo tranquilos. Oñate es un gran pueblo que hay que visitar de vez en cuando y si te alojas aquí mejor.