Cogimos este hotel por precio, ver un 5 estrellas, al precio que ofertaban en Atrápalo, era un chollo. Al llegar, nos preguntan qué tipo de decoración queremos. Por lo visto, cada planta está decorada por un diseñador distinto, por lo que puedes elegir la planta en la que quieres estar. La habitación, amplia, limpia, con una decoración exquisita y moderna (según el diseñador que elegimos). En la TV al llegar, la pantalla de bienvenida aparecía mi nombre. Todo un detalle que nunca había visto en ningún otro lado. El baño, preciso, precioso y limpio, con ducha y bañera. Toda la habitación está domotizada, con lo que subir y bajar persianas, abrir ventanas, encender, atenuar y apagar luces, se hacía mediante el correspondiente mando. La cama, muy cómoda. El minibar, el más completo que he visto en la vida.
El área de recepción, impoluta, limpia, amplia y espectacular.
Comimos en el restaurante del hotel, The Observatory. Antes que la comida y el lugar, destacar la atención del servicio de camareros. De los que nos atendieron, el principal era Javier. Trato exquisito, treméndamente profesional y super atento. De 12 sobre 10. La comida, espectacular. Crepes de shitake y "Bonito al aroma de carbón, cremoso de batata, espuma de queso majorero y mojo verde de cilantro". Sensacional el olor, el sabor y la textura. Y el precio. Muy acorde al lugar.
Después, una copa digestiva en el Skynight, la discoteca de al lado. La música, no era muy recomendable (típico chunda-chunda).
En resumen, una experiencia sin igual, sublime y sensacional.
positivo:
Los pisos, cada uno decorado por un diseñador diferente. La habitación, espectacular. The Observatory, el restaurante. La comida. La atención de todo el servicio del hotel, en especial el camarero del restaurante.
negativo:
Desayunos por 22?.