Si sueñas con conocer un lugar mágico, con paisajes que te impresionarán por su original belleza y además te agradan los lugares llenos de historia, San Pedro de Atacama es un destino ideal para ti, ya que tiene todo lo anterior y mucho más. Este pueblo está en la II región de Chile, justo en el desierto de Atacama, el más árido del mundo, al norte del Salar de Atacama y a los pies del volcán Licancabur. En Chile, éste pueblo, principal centro de la cultura atacameña, tiene un merecido lugar especial en el turismo por ser la capital arqueológica del país, debido a la gran cantidad de hallazgos de enorme valor cultural, patrimonial y científico, importantísimos a nivel de país y continente. Ven a este lugar, sal de la rutina, explora, conoce, llénate de historia y pasa unos días inolvidables.
¿Cómo llegar?
Para llegar a San Pedro de Atacama existen varias alternativas. La forma más rápida de llegar es por avión. Existen dos compañías que ofrecen varios vuelos al día desde Santiago hacia Calama, que es la ciudad más cercana desde donde se puede coger un transporte directo hasta San Pedro.
Si ya te encuentras en Chile, también tienes la posibilidad de llegar a San Pedro por tierra. Dispondrás de diversas líneas de autobuses que te llevarán a tu destino. Aunque la travesía es larga (por ejemplo desde Santiago es aproximadamente un día de viaje) tendrás la posibilidad de recorrer gran parte del país y ver cómo cambia el paisaje. Otra opción es el coche. Desde Santiago, puedes coger la Ruta 5 Panamericana Norte.
Dentro de la ciudad, lo más simple y atractivo es caminar. El pueblo es pequeño, está todo concentrado en su plaza y alrededores, por lo que las distancias son bastante cortas. Si lo prefieres, puedes conseguir bicicletas o incluso alquilar caballos.
¿Qué ver y qué hacer?
San Pedro de Atacama es conocido como el "pueblo de una sola calle", Caracoles, una zona turística donde están la mayoría de los bares, tiendas, restaurantes, en fin, toda la movida local. No debes dejar de visitar la Iglesia de San Pedro, la Casa Incaica y el Museo Arqueológico R.P. Gustavo Le Paige.
Pero, sin duda, lo que impacta de este pequeño pueblo es su belleza natural. Durante el día, debe hacer una excursión por el desierto: el Valle de la Luna y el de la Muerte. También, debes visitar el antiguo Pukará de Quitor o las lagunas de los flamencos rosados donde está el Salar de Atacama. Sin embargo, otros lugares a visitar son los Ojos del Salado, Géiseres del Tatio, Lagunas Altiplánicas. Se destaca la laguna Céjar, tan salada como el Mar Muerto, donde se puede flotar en el agua sin hundirse.
Fechas importantes
En San Pedro de Atacama disfrutarás de numerosas fiestas tradicionales. Fiestas que mezclan símbolos divinos católicos y otros del mundo natural; rituales donde se agradece, purifica, sana y se mantiene viva la cosmovisión de la vida y la naturaleza como sentido mágico de la existencia. De esta manera, son fantásticas y llenas de luz la Fiesta Religiosa de la Candelaria (febrero), la Fiesta Religiosa de San Pedro (29 de junio), la Adoración al niño (25 de diciembre) y, por supuesto el Carnaval durante el mes de febrero.
Compras
Ir de compras en este pueblo es muy sencillo: solo tienes que dirigirte al centro. Allí encontrarás puestos de artesanía donde comprar tejidos, alimentos, quinoa, productos locales, joyas o hierbas, como hojas de coca.
Gastronomía Típica
Los atractivos de San Pedro de Atacama no sólo residen en su belleza geográfica, sino también en su rica gastronomía. Esta es fruto de una mezcla de raíces andinas e hispánicas. De esta forma encontrarás platos tan peculiares como la patasca, una receta preparada con maíz pelado y carne de cordero, o también el picante de conejo, un guiso calórico y aromático, cocido con ají y servido con arroz. Otros clásicos son el pastel de choclo, las empanadas al horno o las parrilladas. En cuanto a pescado, es común el ceviche y el caldillo de congrio.
Y para postres es recomendable el anche, elaborado con harina de maíz amarillo.
Para calmar la sed del desierto, nada mejor que un vaso de aloja, chicha de algarrobo, o una sencilla pero refrescante chicha de maíz.