Asilah es un pequeño pueblo amurallado que se encuentra en la costa atlántica, entre Tánger y Rabat.
Tiene influencias principalmente portuguesas, y su actividad económica se basa
en el turismo.
Es conocido por sus fantásticas y largas playas de arena
fina, sus acantilados salvajes, su pintoresca medina y sus festivales
internacionales que se realizan durante el verano. Asilah atrae a numerosos
artistas, periodistas y pensadores de todo el mundo.
Su puerto está reformado, y se usa tanto para el turismo
como para la pesca. Sus restaurantes de pescado tienen buena fama, y si te
gustan el pescado y el marisco disfrutarás de su gastronomía.
De su medina se dice que es la más limpia y cuidada de todo Marruecos,
y una de las más bonitas de todo el país. Y no es de extrañar, tiene razones
suficientes para encandilar a cualquiera: casitas blancas, puertas azules, callejones
pintorescos, pequeños puestecitos donde venden coral... ¡todo ello forma una atmósfera encantadora!