El evangelio de San Juan - El Brujo

El brujo. Magnifico como siempre. Actua como nadie.

Los aplauso espontaneos del publico en algunos momentos interrumpian la obra.

Es el 'Brujo'. Poco más que decir. Es el Brujo. Un tipo que domina la escena, el ritmo, la palabra. Como recomendación.... yo iría.

El Brujo, excepcional; la acústica podría ser mejor. El Brujo es un intérprete excepcional y la obra es extraordinaria, con un sentido del humor y de la belleza inestimables. De todas formas, no se lo recomiendo a cualquiera, sino a personas con cierta sensibilidad artística y cierta capacidad intelectual, pues dos mujeres que había delante de nosotros estuvieron a punto de estropearnos la obra (menos mal que se salieron relativamente pronto: porque entre sus móviles, sus susurros criticando la obra y su salida del teatro dejando la puerta abierta y hablando alto, daban ganas de pegarles cuatro gritos y ponerlas en su sitio). El otro problema era la acústica, que, a veces, dificultaba la comprensión de algunas partes de la obra, sobre todo a los que estábamos más alejados. El otro problema, los sitios de Atrápalo, a un lado y alejados, casi al final del teatro (fila 16 de 20). No obstante, la obra se veía y seguía bastante bien desde allí. El Brujo y la obra.

El sitio y la acústica y las dos imbéciles de delante.

El Evangelio Según San Juan (El Brujo). Es difícil imaginar que durante dos horas se puede estar relatando y dando vida al Evangelio de Juan en estos días, a gente de entre 2x a 6x años con una amplia mayoría de 4x. Algunos respondían con risa nerviosa, no sé si se estaban enterando de algo, otros respondían con carcajadas a chistes un poco absurdos y obvios que El Brujo hacía para ver si la gente aún estaba despierta. La mayoría estaba de continuo a la escucha y expectativa, creo que evaluando el valor artístico de la obra pero creo que también siguiendo el rastro que dejaba la obra para cada uno seguir profundizando en las verdades que todos buscamos en nuestro fondo. El mejor termómetro, el aplauso final. Siempre pensaba que era demasiado 3 lecturas en una misa de boda donde la gente que va está deseando que todo acabe y que la homilía se dedica habitualmente a echar broncas a la falta de fe en la gente. El brujo es capaz de relatar de Pe a Pa todo Juan y encima le aplauden hasta doler las manos. Une arte-profundidad-fe. Todo.

Visión refrescante. Visión refrescante de lo que se cuenta en los evangelios. Visión abierta diferente de otras expresiones muy visibles de la actualidad. La segunda mitad de la primera parte hace algunas concesiones y el nivel baja un poco, pero tanto el principio de esta parte con toda la segunda ofrecen un buen nivel con referencias culturales cásicas. La obra proporciona un buen material para la reflexión sobre la parsona de Jesucristo y sobre su sentido en la actualidad. Se puede ver desde una posición de fe con mentalidad abierta y desde una posición puramente laica y ajena a la fe. Aparte de todo esto, la obra es divertida y uno se lo pasa bien viéndola. La visión refrescante de Jesucristo.

Algunas concesiones en la segunda mitad de la primera parte.

Sorprendente y emocionante. Uno lleva a sus padres a escuchar el "Evangelio de San Juan" el día de Jueves Santo, compungidos y con caras lánguidas, y se encuentra con un espectáculo laico para disfrute de todos los sentidos, emocionante y divertido. Un pedazo de actor que despliega todo el potencial del ser humano para expresarse, con muecas y sonidos, movimiento y silencio. Su cara, sus pies y sus manos, y su voz potente te cuentan con sentido del humor como debieron de ser las cosas, más o menos, allá por el siglo primero... Y como desde entonces se ha utilizado (manipulado), por unos y por otros, su mensaje. El de San Juan me refiero. No os lo perdáis, y seguirle la pista. Al Brujo!. El brujo.

Las risas del público.

El Brujo, enorme; la puntualidad, ausente. El Brujo y su equipo hacen un trabajo excelente. Me encantó la ironía que utiliza para contar los sucesos de la vida de Jesús, la poética, la reflexión...es un maestro de los tiempos y los silencios en escena. También sus músicos hicieron un gran trabajo. Lo único malo fue que la representación no empezó con puntualidad y se hizo pesada la espera. Es recomendable recoger las entradas lo más pronto posible para que te den lo más delante posible en el patio de butacas. Abstenerse aquellas personas susceptibles con tema de la religión. El espectáculo en sí, el Brujo.

La puntualidad con que comenzó el espectáculo.

Sin catarsis no hay vida. Hay que dejar que las palabras del Evangelio puestas en boca de El Brujo te desnuden para que aflore el Hombre. Aquél que camina envuelto en sus cotidianidades arrastrando sus pies, levantando una espesa nube de polvo en el camino, pero que mira elevarse por encima del horizonte y se descubre de repente rodeado de misterio. El Hombre es misterio para el Hombre. Es necesario sorprendernos cubiertos de polvo hasta las rodillas y mirando el infinito para comprender que justamente esa actitud es la que nos da plenitud de Hombre: realidad a ras de suelo y a ras de cielo -catarsis-, vida, pues, o mejor aún, revivificación. Amén.

El Evangelio según S. Juan. En la línea habitual de El Brujo, el espéctaculo me gustó muchísimo. Como siempre cada detalle está cuidadísimo y el análisis del texto original (como elemento literario y filosófico meramente, sin entrar en otro tipo de cuestiones) es fantástico. Nunca deja de sorprender la capacidad de Rafael Álvarez para enlazar este tipo de textos con el momento presente. El hecho de que en esta ocasión haya música en directo, es un valor añadido a la capacidad interpretativa de este magnífico actor. Original análisis del texto original.

En general el espectáculo me gustó mucho. No encuentro elementos negativos.

Otra gran actuación de 'El Brujo'. Al igual que en las dos obras anteriores de la trilogía, Rafael Álvarez "lo borda". No sólo por su interpretación sino por el cuidado y denso contenido de la obra. Como siempre, "El Brujo" demuestra que es un profesional de los pies a la cabeza. "El Evangelio de San Juan" es un canto al sentido común y a la libertad en la interpretación de un texto "sagrado" que, como tantos otros, acostumbra ser sometido a los análisis más fundamentalistas de las mentes de gran rigidez. Abstenerse dogmáticos católicos. La obra en sí, El Brujo y la maravilla de Teatro.

Ni me lo he planteado.