El desig del cor

El deseo del corazón habla de una familia disfuncional (como todas) que espera el regreso de su hija de Australia. Durante esta espera, en el comedor de casa se materializan los deseos, miedos y pulsiones más viscerales que alejan al padre, la madre y la tía, de lo que se espera de ellos, según los roles que marca la sociedad. El modelo familiar tiene unas leyes claras, y hay cosas que caben y cosas que no: desear a tu hija, tener miedo a la muerte o comerte a ti mismo, son algunas de las cosas que esta familia puede llegar a imaginar , porque dentro de la imaginación cabe todo. Con sus proyecciones nos harán reír y nos harán reflexionar.

Los personajes tendrán que ejercer un control extremo para que sus pensamientos no tomen forma y no se hagan reales, y tanto las escenas cómicas y surrealistas como los conflictos más profundos pasan por un mecanismo de censura. Se equivocan y vuelven a empezar en un sistema de prueba y error: entran en un bucle interminable, un bucle en el que las palabras y las acciones se repiten una y otra vez. No hay forma de salir del bucle, porque no hay forma de salir de los traumas familiares.

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