El Crédito

De no parar de reirse en toda la la hora y media. Mejor no leer nada del argumento antes de ir! Luis Merlo muy grande. Lo dice una persona que admira a muy muy pocos actores españoles. Le descubrí en El águila y la niebla en el Teatro Español y me vuelvo a reafirmar en que se ha ganado su sitio en el teatro con todo el derecho y totalmente independiente del hecho de ser hijo de sus padres.

Estábamos un poco lejos y a veces con tanta risa de todo el mundo se nos escapaban algunas cosas, incluso aunque ellos procuraban esperar a que acabaran las risas! La próxima vez, que volveré seguro, en la primera fila!

Nos encanto!! Desde el minuto cero quedas conectado a la trama y no tienes noción del paso del tiempo. Hora y media que pasa como un suspiro gracias a la estupenda labor de los actores, que aportan credibilidad a sus personajes, haciendo que una situación disparatada se convierta en algo real. Totalmente recomendable.

Pues no se si es porque llegamos un poco justos a la recogida de las entradas, aunque tuvimos que esperar bastante, pero las entradas no eran muy buenas...en la penúltima fila y en una esquina..menos mal que el decorado no es relevante.

Ambos actores, sin duda, y todo en general.

Si durara 15 minutos más sería bueno porque nos reiríamos 15 minutos más.

Que Carlos Hipólito y Luis Merlo son unos actorazos.

La organización de la taquilla, caótica como siempre en este teatro. Cinco minutos antes del comienzo de la obra aún estábamos cosa de 30 personas fuera.

Yo he sido bancario y no me esperaba este tratamiento del tema. Fenomenal y risas continuas. Son dos aztorazos (a Hipólito ya le he visto varias veces, y lo imaginaba). Y al autor, felicitaciones. Hay que ser muy ocurrente y creativo para conseguir semejante buenísima obra. También Me sirvió, con agrado, para ir por Malasaña, que no visitaba hace mucho. Gracias.

La escasa educación de algun@s ciudadanos, que se ríen muy exagerados y te pierdes algunas frases o sucesos de la obra. Pero eso es habitual en muchos españoles.

Impresionante Cómo dos únicos actores pueden llenar el escenario y mantener la atención del público durante hora y media. La obra no decae, incluso mejora cuanto más avanza. Un acierto.

Sólo el público: un montón de marujas y catetos que no saben estar ni comportarse en un teatro y se pasan toda la obra haciendo ruido con los papeles de caramelos, las toses y las risotadas a destiempo que te impiden incluso oir los inicios de las frases de los actores. Impresentables.

Los actores, el guión, la trama

El texto me pareció tremendamente original y la interpretación de Hipólito, magistral. Merlo me ha gustado siempre (todavía recuerdo su Calígula, que me desgarró emocionalmente), pero aquí, en los parlamentos largos, pone el turbo y dispara texto de manera tan anodina que resta naturalidad a su personaje. Sus parlamentos corridos impidieron que la función fuera redonda y ni siquiera está justificado como una peculiaridad en la caracterización del personaje. Si lo corrigiera, la obra se extendería diez minutos más, pero los espectadores saldríamos más satisfechos.

Se pasa volando. El argumento.

La sociedad, que me quema.

Me gusto la trama, y la interpretación especialmente la de Carlos Hipólito...me sorprendió gratamente el texto ya que no me lo esperaba. Muy recomendable, con un humor inteligente y exquisito. Me gustó mucho.

Quizá la interpretación de Luis Merlo, porque es muy previsible, parece que no cambia el recurso...la forma de hablar e interpretar...aún estando bien frente a la actuación de Carlos Hipólito me pareció más floja. Pero el conjunto es de sobresaliente, tanto el texto como las interpretaciones.