CND2 presenta: L´Amoroso (Nacho Duato/veneciana y napolitana de los siglos XVI y XVII), Ewes (Amaury Lebrun/collage) y Synaphai (Nacho Duato/ Iannis Xenakis y Vangelis).
CND2
En 1999 arrancó uno de los proyectos más gratificantes para Nacho Duato. Con la compañía principal ya afianzada en el panorama artístico nacional e internacional, su siguiente paso fue la creación de la Compañía Nacional de Danza 2. Para ello puso al frente de ella a Tony Fabre, antiguo bailarín de la CND. Y el proyecto fue cogiendo cuerpo.
Con el objetivo de formar y preparar a bailarines para la vida profesional, la CND2 es un nexo de unión entre los conservatorios y escuelas de ballet y las compañías profesionales como la CND. Su repertorio está formado predominantemente por obras de Nacho Duato al que se han ido incorporando trabajos de coreógrafos jóvenes y prometedores. Esto ha proporcionado a los bailarines la oportunidad de seguir muy de cerca las nuevas tendencias y de incorporar esos elementos a nuevos montajes.
A lo largo de estos 10 años han pasado por la CND2 un total de 68 bailarines de diferentes nacionalidades que ahora están trabajando en compañías destacadas de todo el mundo como son el Nederlands Dans Theater, Basler Ballet, Ballet de L’Opéra de Lyon, Ballet National de Marseille, Les Ballets de Monte-Carlo, Les Grands Ballets Canadiens de Montréal, Hubbard Street Dance Chicago… y por supuesto, la Compañía Nacional de Danza.
L’Amoroso
Coreografía: Nacho Duato
Música: veneciana y napolitana de los siglos XVI y XVII
Escenografía: Walter Nobbe
Vestuario: Nacho Duato
Diseño de Luces: Nicolás Fischtel (A.A.I.)
Estrenado por la Compañía Nacional de Danza 2 en el Teatro de Madrid, el 21 de mayo de 2004 L’Amoroso es el primer trabajo que Nacho Duato crea expresamente para la Compañía Nacional de Danza 2. La coreografía utiliza una selección de obras para violas de gamba del barroco italiano. Una música suave y artificiosa. Y Duato se inspira en ella, y en la frescura y juventud de los bailarines, para construir y moldear un ambiente impregnado de dinamismo, vitalidad e inocencia.
Ewes
Coreografía: Amaury Lebrun
Música: Einstürzende Neubauten, Anouar Brahem, Ossur Johanessen, John Zorn, Accordéon Mélancolique, 16 Horsepower
Escenografía y figurines: Amaury Lebrun
Diseño de luces: David Pérez
Estrenada por la Compañía Nacional de Danza 2 en el Teatro de Madrid, el 4 de febrero de 2010.
Ewes significa agua en Langue d’oil, un viejo idioma francés. La obra surge “de una necesidad de reflexionar sobre nuestro mundo y su futuro. El agua como vida, fluidez, grandeza, fuerza, alegría, pureza…, pero también como sequía, lujo, sudor…”. La escasez de agua afecta a todos los continentes y a más del 40 por ciento de la población del planeta. En un futuro no muy lejano, dos tercios de la población mundial podrían encontrarse en condiciones de escasez del líquido elemento. Si llegásemos a no tener agua, si no llueve… ¿Aumentaría el precio del agua? ¿Se convertiría en algo tan lujoso como el champagne? ¿Qué podría uno ofrecer a alguien sediento si no hay agua?.
Synaphai
Coreografía: Nacho Duato
Música: Iannis Xenakis (Synaphai, concierto para piano y orquesta) Vangelis (Heaven and Hell)
Escenografía y figurines: Walter Nobbe
Diseño de luces: Edward Effron
Estrenado por el Nederlands Dans Theater en el Circustheater de Scheveningen, el 16 de enero de 1986. Estrenado por la Compañía Nacional de Danza 2 en en el Teatro de Madrid, el 4 de febrero de 2010. Synaphai, concierto para piano y orquesta del compositor Iannis Xenakis, motivó a Nacho Duato para expresar plásticamente la idea coreográfica central de este ballet: opresión, amenaza, incomunicación, son algunas imágenes en las que se ha inspirado el coreógrafo. Duato ha querido resaltar aquí el sentimiento humano desde un punto de vista esencialmente individual. El ballet está estructurado en tres partes: en la primera un grupo de ocho bailarines se mueve en bloque, bajo una extraña confusión que, en siete lenguas diferentes, narran al unísono un texto escrito por el propio Duato acerca de la supervivencia, la muerte, la soledad. Los movimientos, con pinceladas hieráticas, recuerdan los dibujos de los monumentos funerarios egipcios.
La música de Xenakis se oye en la segunda parte, durante la cual el conjunto se desintegra, desarrollándose una serie de solos, dúos, tríos,... con movimientos bruscos y desesperados. Los bailarines sienten una constante atracción del suelo, como una fuerza que se apoderara de ellos. Quieren liberarse, luchan contra el muro sin conseguirlo.
En el último paso a dos, con música de Vangelis (Heaven and Hell), se abre un camino esperanzador. Es la calma después de la tempestad. El ballet no nos ofrece una solución definitiva a la tensión y a la angustia humana; sólo una respuesta individual podría llevarnos a una conclusión.
Director Artístico: Nacho Duato.
Director Artístico Adjunto: Tony Fabre.