Café

Con pocos recursos tambien se puede hacer buen teatro...... esta es la prueba.

Los actores están sembrados y la obra habla de temas interesantes desde una perspectiva original. Nos ha gustado mucho.

Ha sido muy divertida, hay ratos muy graciosos. Además, nos enfrentan al dilema de los efectos de la prohibición.

Crítica, divertida, muy buena interpretación y puesta en escena. Recomendable cien por cien.

La obra es divertida, muy amena y con un humor muy inteligente, las sillas el teatro son horribles :(.

Es la segunda vez que voy al teatro alternativo y a esta sala. Tenía muchas expectativas pues en atrapalo la ponen como altamente recomendable, y sin embargo me quedé un poco con ganas de más implicación. La otra vez que fuí a esta sala alternativa ví la obra sobre el alzheimer, que me impactó tanto, y sus actrices eran tan buenas, sobretodo la gallega con la que me sentí tan a fín ya que mi madre sufrió esta enfermedad y yo la cuidé mucho, que me encantaría que volvieran a ponerla para llevar a mis amigos. De todas maneras, gracias por aquella obra tan bonita y bueno, el café estaba rico.

Me gustó muchísimo, no sólo el argumento de la obra (que es de los más original) sino la forma de llevarlo al escenario, la estructura de éste, la forma de situar el escenario en la sala: haciendo al espectador algo partícipe de la obra sin aprovecharse de él para montar el espectáculo. Además los actores me parecieron increibles, el trabajo de cada uno de ellos es escepcional. Por último, no sólo merece méritos la calidad de la obra. También es una oportunidad de pasar un buen rato. El humor entre absurdo, irónico y crítco de la obra me hizo reir de buena gana en muchas escenas.

Súper-divertida, magnífico trabajo de 5 pedazos de actores interpretando 12 personajes, derrochando humor, energía dinamismo y profesionalidad. La obra es fresca y joven, con una crítica feroz a los convencionalismos e hipocresías de la sociedad actual. El tamaño de la sala y el que los actores salgan a hablar con el público, invitándoles a servirse un café de las mesitas que hay colocadas entre las butacas favorece la creación de un ambiente de camaradería y de complicidad muy agradable. ¡¡No te la pierdas!!.

Café. Una obra de teatro arriesgada, con más mensaje del que parece a simple vista, que demuestra la inutilidad de prohibir ciertas drogas (el problema no son ellas, sino los que tienen las personas para que las acaben tomando). Una obra que juega en el filo del acantilado: en algunos momentos bordea el ridículo, pero nunca cae en él porque hay una dirección inteligente y unos buenos actores. Sólo lamentar los inicios, porque para exagerar no hace falta gritar. Lo mejor: el fino oído de los autores para captar expresiones de hoy, que en un escenario son divertidísimas.

Buen guión, buen olor (a café, por supuesto), buenos actores y una actriz protagonista que hipnotiza con su naturalidad.Espacio original y muy bien pensado, no hay butaca desde donde no les veas la cara. Divertida, impactante, enérgica, con toques de guiñol, y algunos diálogos y situaciones se repetirán en tu cabeza pasado el tiempo, formando parte de tu cotidiano. Le falla, digamos, el acabado: como si los actores ya estuvieran cansados y no quisieran que fuera perfecta. Va perdiendo fuerza en algunas escenas hacia el final de la obra. Y aún así, merece la pena.