Oslo es una capital pequeña, rodeada de verdes colinas y situada junto a un fiordo cubierto de pequeñas e idílicas islas, que ha sabido preservar la tradición noruega y el respeto por la naturaleza.

Su centro histórico acoge importantes monumentos y edificios del siglo XIX y principios del XX. El Karl Johans Gate es la calle principal de Oslo y constituye el centro de la actividad comercial, así como un lugar ideal para vivir y sentirse en el centro de la cultura y la sociedad noruega.

En esta misma calle se encuentra el Royale Palace. Este palacio construido en la primera mitad del siglo XIX, es la residencia oficial de los reyes de Noruega. No se puede visitar el edificio, aunque sí sus jardines públicos. En la misma calle encontramos el neoclásico Teatro Nacional, la activa y frecuentada Plaza Eidsvolls, el Stortinget sede del parlamento, la catedral Domkirke y el moderno centro comercial Basarhallene.

Otros puntos de interés son el Ayuntamiento Radhus y la Fortaleza Akershus empezada a construir del siglo XIV, ambos situados en la zona del puerto. Por otro lado, Oslo es sede de los museos más importantes del país. Una muestra de ello son la Galería Nacional, el Museo Histórico, el Museo Munch o el Museo de Barcos Vikingos, este último una auténtica gozada para los amantes de la cultura y las tradiciones de este antiguo pueblo.

Goteborg, también conocida como Gotemburgo en español, es una encantadora ciudad portuaria situada en la costa oeste de Suecia. Con su historia marítima, su arquitectura impresionante, su animada escena cultural y sus hermosos espacios verdes, Goteborg es un destino turístico imperdible para los visitantes que deseen explorar el oeste de Suecia.

Una de las principales atracciones de Goteborg es su puerto, que es uno de los puertos marítimos más grandes y activos de Escandinavia. Los visitantes pueden disfrutar de un paseo por el puerto y ver los barcos de carga, los barcos de crucero y los veleros, así como visitar el Museo Marítimo de Goteborg, que ofrece una visión completa de la historia marítima de la ciudad y de Suecia.

Goteborg cuenta con varios edificios históricos de gran belleza. El Palacio de Gotemburgo, construido en el siglo XVII, es uno de los principales ejemplos de arquitectura barroca en la ciudad. Otro edificio emblemático es la Ópera de Gotemburgo, un impresionante edificio moderno diseñado por el reconocido arquitecto Jan Izikowitz. La Catedral de Gotemburgo, una iglesia luterana construida en estilo neogótico, es otro punto de referencia importante en la ciudad.

Una de las atracciones más populares de Goteborg es el Jardín Botánico, que es uno de los jardines botánicos más grandes de Europa y ofrece una gran variedad de plantas y flores exóticas. Es un lugar ideal para pasear, relajarse y disfrutar de la naturaleza en un entorno tranquilo y hermoso. Otro espacio verde popular es el Parque Slottsskogen, un gran parque urbano con bosques, prados, zonas de juegos y áreas para hacer picnic, perfecto para disfrutar de actividades al aire libre.

Goteborg es también conocida por su animada escena cultural. La ciudad cuenta con varios museos, galerías de arte y teatros, donde los visitantes pueden disfrutar de una amplia variedad de eventos culturales, desde exposiciones de arte contemporáneo hasta representaciones teatrales y conciertos de música en vivo. El Museo de Arte de Gotemburgo es uno de los museos más grandes y destacados de la ciudad, con una impresionante colección de arte sueco y europeo.

El archipiélago de Gotemburgo, con sus islas y costas escarpadas, es otro punto de interés para los visitantes. Los amantes de la naturaleza y la aventura pueden disfrutar de actividades al aire libre como senderismo, kayak, navegación y pesca en el archipiélago, que cuenta con una gran cantidad de islas para explorar.

La gastronomía de Goteborg es otra atracción para los visitantes. La ciudad es conocida por su enfoque en los ingredientes locales y frescos, y ofrece una amplia variedad de restaurantes que sirven platos tradicionales suecos y especialidades locales, como el famoso plato de pescado "Surströmming".

Rostock se encuentra al borde del mar en la desembocadura del Río Warnow en el Mar Báltico. Hoy en día es un atractivo destino turístico con un encantador puerto donde cada año, en agosto, se celebra el festival marino Hanse Sail.

La ciudad de Rostock se puede dividir en tres partes: en la Ciudad Vieja nos encontramos los principales atractivos históricos y arquitectónicos de la arquitectura gótica de ladrillo como la Iglesia de San Nicolás. También encontramos la plaza del Mercado Viejo con pequeñas tiendas de souvenirs y artesanía. En la Ciudad Media encontramos el Ayuntamiento, la plaza del Mercado Nuevo y la Iglesia de Santa María, que alberga un reloj astronómico del año 1472. En la Ciudad Nueva se encuentran los hoteles y restaurantes.

Otros lugares que visitar en Rostock son la calle Krepeliner-Strasse repleta de cafés y tiendas, el malecón Stadthafen, con sus barcos antiguos amarrados o el conocido Balneario marítimo Warnemünde con 100 metros de amplias playas de arena y paseos marítimos, el faro, el mercado de pescado, restaurantes, pequeñas casas de pescadores,...

Copenhague es una ciudad modélica. Tranquila y ordenada, donde las bicicletas son las reinas de las calles y sus habitantes viven en un entorno tranquilo y seguro. Copenhague es, además, una bella ciudad en la que perderse y disfrutar de un paseo por sus calles o sus parques. Finalmente, Copenhague es también la ciudad con mejor vida nocturna de toda Escandinavia, lo que hace de la capital de Dinamarca un destino fantástico para quien también esté buscando diversión.

Atravesar la Plaza del Ayuntamiento para caminar por la calle peatonal y comercial Stroget y llegar hasta la monumental plaza de Kongens Nytorv, que sirve como acceso al pequeño muelle de Nyhavn, sus fachadas de colores y sus cafés a la orilla del canal, que se han convertido en la imagen por excelencia de la ciudad de Copenhague.

Luego, un paseo por palacios como Amalienborg, la clásica visita a la Sirenita que recibe a quienes llegan a Copenhague por barco o a las praderas de parques como los de Rosenborg o Frederiksberg, antes de completar el día visitando la caótica propuesta alternativa de Christiania o paseando por los lagos.

Hamburgo con su estilo y su ambiente marítimo, una de las ciudades más bonitas de Alemania. Es la tercera mayor metrópoli musical del mundo. Qué hacer
En Hamburgo, también llamada la puerta del mundo, se ofrece una gran variedad cultural y musical. Puedes recorrer sus teatros, museos, galerías, así como su Opera Estatal.
Si eres de los que prefieres las compras, o conocer su ciudad, adéntrate en sus calles, mézclate con sus gentes y disfruta de sus bares. ¡No te olvides de probar unos Rollmops, uno de los platos más típicos de la ciudad, preparados con anguila. Visita los barrios de Karolinenviertel, Ottensen y St. Georg, dónde los jóvenes innovadores han ubicado su centro neurálgico.

Clima

Ijmuiden es un importante puerto en la provincia holandesa de North Holland, situado en el inicio del Canal del mar del Norte que lleva a Ámsterdam. Esta zona estaba habitada durante la época romana, y se cree que ya se trataba entonces de un puerto importante en ese momento. El puerto pesquero de Ijmuiden ganó importancia después del cierre de la isla de Urk por el dique de Afsluitdijk. Hoy en día, Ijmuiden cuenta con cuatro puertos dedicados a diferentes áreas y especializaciones. Debido a su importancia marítima, la ciudad sufrió grandes pérdidas y daños durante la Segunda Guerra Mundial. En Ijmuiden puedes visitar museos, como el Museo Hoogovens, el sistema de diques y el canal.

Zeebrugge, una pequeña localidad costera situada en Bélgica, es un destino turístico encantador que ofrece una combinación única de historia marítima, playas pintorescas y una vibrante vida portuaria. Conocida por su puerto, que es uno de los más importantes de Europa, Zeebrugge es un lugar que atrae tanto a turistas que buscan relajarse en la playa como a aquellos interesados en la historia naval y la cultura local.

Una de las principales atracciones de Zeebrugge es su puerto, que es uno de los puertos más grandes del Mar del Norte y un importante centro logístico para la exportación e importación de mercancías. Los visitantes pueden disfrutar de un paseo por el puerto y observar los barcos de carga y los transbordadores que van y vienen. También es posible tomar un recorrido en barco por el puerto para obtener una visión más cercana de las operaciones portuarias.

Otra atracción destacada en Zeebrugge es su playa. Con una amplia franja de arena dorada y aguas tranquilas, la playa de Zeebrugge es perfecta para relajarse, tomar el sol y disfrutar de actividades acuáticas como el windsurf y el kitesurf. Además, en los meses de verano, la playa se convierte en un lugar animado con bares, restaurantes y actividades para los visitantes.

Zeebrugge también es conocida por su historia marítima. El Paseo del Mar, una avenida frente al mar, ofrece una interesante exposición de barcos históricos y artefactos marítimos, lo que permite a los visitantes aprender sobre la rica historia marítima de la región. El Museo Marítimo de Zeebrugge es otro lugar de visita obligada para los amantes de la historia naval, con una colección que abarca desde barcos antiguos hasta modelos en miniatura de embarcaciones modernas.

La ciudad también cuenta con una amplia oferta de restaurantes y cafeterías que ofrecen delicias locales como los famosos mejillones y las papas fritas belgas. Los amantes de los mariscos encontrarán en Zeebrugge una gran variedad de platos frescos de mariscos para degustar.

Para aquellos que buscan una experiencia más activa, Zeebrugge ofrece oportunidades para practicar deportes acuáticos como el surf, el kitesurf y la pesca en alta mar. Además, los alrededores de Zeebrugge son ideales para practicar ciclismo y senderismo, con rutas panorámicas que permiten a los visitantes descubrir la belleza natural de la región.

En resumen, Zeebrugge es un destino turístico que combina una rica historia marítima con playas encantadoras y una vibrante vida portuaria. Los visitantes pueden disfrutar de actividades acuáticas, explorar la historia naval de la región, degustar la deliciosa gastronomía local y relajarse en sus playas. Zeebrugge es un lugar ideal para aquellos que buscan una escapada costera pintoresca y cultural en Bélgica.

Le Havre, situada en la costa norte de Francia, es una ciudad portuaria próspera y vibrante que ofrece a los visitantes una rica historia, una arquitectura única y una amplia variedad de atracciones culturales. Con su patrimonio moderno, playas impresionantes y vibrante escena artística, Le Havre es un destino turístico emergente en Normandía que vale la pena explorar.

Una de las principales atracciones de Le Havre es su arquitectura moderna. La ciudad fue devastada durante la Segunda Guerra Mundial, pero fue reconstruida en la década de 1950 bajo la dirección del arquitecto Auguste Perret, quien creó un estilo arquitectónico único conocido como "Perretismo". Este estilo se caracteriza por el uso del hormigón armado y las líneas limpias y modernas, y ha llevado a que el centro de la ciudad sea reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los edificios emblemáticos como la Iglesia de St. Joseph, el Ayuntamiento y la Casa de la Cultura son ejemplos impresionantes del estilo Perretista y son una visita obligada para los amantes de la arquitectura moderna.

La playa de Le Havre es otro punto destacado de la ciudad. Con su arena dorada y su largo paseo marítimo, es un lugar popular para relajarse y disfrutar del mar. Los visitantes pueden dar un paseo por el paseo marítimo, disfrutar de un día de sol en la playa o practicar deportes acuáticos como surf y vela. Además, la playa cuenta con una gran cantidad de cafeterías y restaurantes donde los visitantes pueden degustar mariscos frescos y otras delicias locales.

Le Havre también tiene una rica escena cultural. El Museo de Arte Moderno André Malraux, uno de los museos de arte más grandes de Francia fuera de París, alberga una impresionante colección de arte moderno y contemporáneo, incluyendo obras de Claude Monet, Auguste Renoir y Georges Braque. El Teatro de l'Hôtel de Ville es otro lugar destacado, con una amplia gama de actuaciones que van desde teatro y danza hasta música y ópera. La ciudad también cuenta con una animada escena musical y de clubes nocturnos, lo que la convierte en un lugar ideal para los amantes de la música y la vida nocturna.

Para aquellos interesados en la historia y la cultura, Le Havre ofrece varias opciones fascinantes. El Museo de Historia Natural y de Etnografía ofrece una visión completa de la historia natural de la región y de las culturas del mundo. El Museo de la Ciudad ofrece una visión en profundidad de la historia y la evolución de Le Havre, desde su fundación hasta la actualidad. Los visitantes también pueden explorar los restos del antiguo fuerte de la ciudad, el Forte de Tourneville, que data del siglo XIX y ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el puerto.

Southampton es uno de los principales puertos del Reino Unido, conocido por haber sido el punto de partida del famoso Titanic. Es un enorme puerto fluvial guarecido tras la Isla de Wight, al lado de su desembocadura. Southampton también es la capital de cruceros de Europa.

La ciudad destaca por albergar el Parque Nacional de New Forest, que se encuentra en el norte de Southampton Water, en la desembocadura de los ríos Test e Itchen. También podremos ver:
Watergate: es la puerta del sur a la antigua ciudadela medieval. Existen muchos fragmentos de la muralla, pero fueron destruidos en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Bargate: es la puerta del norte, mucho mejor conservado. Es el monumento estrella y el símbolo de la ciudad. Cruzando la puerta se llega a la calle comercial.
Civic Centre: donde se ubica el ayuntamiento, la comisaría central y la biblioteca pública. Su torre se ilumina por las noches.
Bedford Place: donde encontramos multitud de pubs.
Southampton Common: uno de los parques más grande de Reino Unido.
St Michael's Church: es el edificio más antiguo de la ciudad medieval, construido en el siglo XIX.

El clima Southampton es más cálido que en el norte del país. En invierno llueve y hace frío, pero el resto del año es más estable, incluso en verano suben mucho las temperaturas.