Zarpando desde Puerto Pañuelo, en la Península de Llao Llao, navegaremos aproximadamente una hora, por el brazo más importante del Lago Nahuel Huapi, prepare su cámara de fotos para obtener las mejores tomas del Islote Centinela, donde descansan los restos del Perito Francisco P. Moreno, Padre de los Parques Nacionales de Argentina, y prepare también su corazón para sorprenderse ante la belleza de la cascada Blanca y el entorno de vegetación autóctona, mientras la embarcación pone proa a Puerto Blest.
Una vez en el muelle, podremos descubrir la Bahía Blest y el Rio Frías, sorprendernos con el inusual color verde de sus aguas, que llegan hasta allí directamente desde uno de los purísimos glaciares del Cerro Tronador.
Podrá hacer una parada en este puerto alojándose en el recientemente remodelado Hotel Puerto Blest para disfrutar de la magia del lugar, internarse en la frondosa vegetación de la Selva Valdiviana, disfrutar de las múltiples opciones de trekking que allí se pueden realizar y conocer la majestuosa Cascada de los Cantaros.
Ahora le toca el turno al bosque, nos internamos en él a bordo de un bus, durante unos 15 minutos (aproximadamente 3 km.) bordeando el Rio Frías, es un paisaje intimo, un camino sinuoso que desemboca en el Puerto Alegre, a orillas del Lago Frías y navegaremos este lago unos 25 minutos, tiempo que nos separa de Puerto Frías.
Tras realizar los trámites de migraciones, abordamos un micro 4X4 especialmente acondicionado para transitar la zona, atravesando la cordillera, por los inmejorables paisajes de la selva valdiviana, hasta llegar a Peulla. Esta villa ecológica ubicada en el corazón del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales parece un lugar mágico. Su entorno de bosques milenarios y vegetación exuberante logra maravillar a los visitantes por las espectaculares vistas que ofrece. Cascadas, riachuelos, lagunas, aves y un sinnúmero de actividades outdoors hacen de Peulla un destino turístico diariamente visitado, en esta Villa Cordillerana nos tomamos un tiempo para almorzar. Más tarde, se navega el Lago de Todos los Santos en dirección a Petrohue.
Allí, retomando la vía terrestre, se visitan los Saltos de Petrohue (el ingreso no se incluye en el precio del Cruce Andino, y no se visitan todo el año, solo en los meses en los que el acceso a los mismos y las horas de luz y el horario del Parque lo permitan) y finalmente, bordeando el Lago Llanquihue se llega a la ciudad de Puerto Varas