Hotel Sansi Diputacio
Barcelona
18/02/2018
"Hotel estrellado, no de 4 estrellas."
Le doy un 1 en la opinión por darle algo ya que no deja poner cero patatero. Ya me temía que algo no iba a ir bien, como un presentimiento del personaje protagonista de una película de terror, me sentía como la Teniente Ripley antes de montar en la Nostromo con el Alien. Y es porque como hemos hecho mi pareja y yo en otras ocasiones, llamé con más de 2 semanas de antelación para confirmar el cambio de una habitación con camas dobles a una cama matrimonial y nunca nos ponen problema si no están ocupadas, pero incluso en el email les pedí que me confirmarán por si las moscas pero ni esas. Vamos que nos presentamos allí y la recepcionista no tenía ni idea de lo que la hablaba, pero eso sí, saludaba a sus amigos que habían venido a saludarla como si no hubiera Dios allí más que ellos y ni puñetero caso a nosotros ni a un cliente mayor que se quejaba de varias cosas. Debo decir que el chico de detrás de la recepción muy eficiente, pero todo el demás personal, un desastre. Tiene una entrada como muy pomposa e intento de ser cool y moderna con música chill-out de los 90s, pero que en realidad no tocaría ni con un palo como luego veréis. El ascensor no funcionaba, muy Creepy los sonidos que hacía, que estimularía la imaginación de un director de cine como Paco Plaza para rodar la próxima entrega de REC, ya que en el pasillo olía a película de Zombies, olía a muerto. Después de esperar media hora a que nos confirmen el cambio de habitación, debieron limpiarla deprisa y corriendo porque se olvidaron de absolutamente cosas fundamentales en un hotel de su nivel. Primero, esa noche hacía un frío que te pelas en la Ciudad Condal y no tenían las mantas por ninguna parte y tuvimos que esperar a la noche a tenerlas. Nosotros normalmente solemos llevar nuestros productos de higiene propio, pero a veces por las prisas se te olvida siempre algo, pero en esta ocasión se nos olvidó el champú, y normalmente siempre tienen muestras de gel de baño y de champú en todos los hoteles, esas muestras que a las personas mayores les encanta llevarse a casa para pensar que a la vuelta estarán como en un hotel. Pero a nosotros nos flipó el hecho de estar peor que en casa, porque le llamamos al teléfono de la recepción para preguntarles si nos podían dar alguna muestra, y media hora después de llamar hace lo propio la recepcionista y nos dice que no tienen y que a lo mejor la semana que viene lo tendrán... No se os ocurra hacer allí vuestras necesidades, porque sino tendréis compañía todo el día, ya que ni escobilla tenía el baño. Pero lo mejor de todo llega cuando se acerca el fin de semana y te enteras de que enfrente tienes a una de las discotecas más grandes de Barcelona, Arena, y los más jóvenes barceloneses quieren trasladar su alegría contigo a voces y les escuchas durante dos o tres horas desde el quinto piso como si estuvieras en el bajo, muy divertida la experiencia sino fuera porque durante nuestra estancia en Barcelona hemos estado lo menos posible en el hotel por estas circunstancias y no pudimos ni descansar la última noche. El dueño del hotel no se da cuenta de que tiene un desastre entre manos, y que si fuera allí Chicote o gente que se dedica a arreglar entuertos de restauración, saldría corriendo y como nosotros, no lo tocaría ni con un palo. Mal no, lo siguiente, que le pongan menos 10 estrellas. Para ser justos, lo único que funciona es el secador y el colchón era cómodo.
Positivo: El colchón.
Negativo: Todo lo demás.