30/07/2017
Deborah Lopez Madueño le da un
1.8
"2 estrellas como mucho..."
Hemos estado 3 noches (de miércoles a sábado) y hace unos meses cuando reservamos no tenía valoraciones tan malas... ahora que nos hemos alojado, podemos valorarlo y no tiene nada que ver con las valoraciones de hace unos meses.
Primero de todo, no es un 4 estrellas superior en nada... ni comida, ni organización, ni instalaciones, ni el personal...
La habitación es antigua, tiene una tv de unas 20 pulgadas aproximadamente, cama de 1,50 m, nevera, baño con bañera (en el cual el soporte de la ducha estaba medio descolgado), la puerta del baño está acolchada por abajo ya que se sale el agua al ducharte y se forma charco... cuando llegamos la habitación olía un poco a rancio... y además el aire acondicionado no funcionaba como debía.
Por otra parte, las camareras de pisos vienen a las 10 aprox a cambiar las toallas y más tarde hacen la habitación. El primer día no nos repusieron el gel de ducha (un sobre escaso que no da ni para medio cuerpo), llamé a recepción y a las 2 horas tuve que volver a reclamarlo en persona en la recepción.
Los ascensores están a pleno rendimiento, muy pocos para tantas habitaciones y con mal funcionamiento (pasan de largo, paran en pisos que ya no hay nadie, se cierran aunque estés pulsando el botón de fuera)... un caos.
La comida te encantará si sólo comes patatas fritas congeladas... en la sección de la plancha sólo hay carne o pescado (dependiendo del turno), el buffet es escaso y media hora antes de cerrar ya no reponen prácticamente. Para desayunar no hay "cocina en vivo", no hay tortillas, ni tortitas, por no haber no hay ni crema de cacao para untar... y del café ya ni hablamos, no se puede beber. La bollería rancia (económica y dura) y el embutido siempre el mismo (salchichón, mortadela, paleta de cerdo, queso en barra).
En cuanto a la piscina, aunque haya dos, la infantil está en desuso... como mucho para mojarse los pies... y la piscina principal es un descontrol. Los niños se tiran sin mirar, meten colchonetas, se bañan con camisetas... y la socorrista no da a basto con tanto desorden.
No quiero acabar sin antes recomendar la gran carrera de guardar tumbonas. En un gran espectáculo que se ofrece a las 9 de la mañana cuando se juntan todos los ansiosos por poner su toalla en la tumbona y dejarla ahí de adorno durante la mayor parte del día, un espectáculo digno de ver como el primer día de rebajas... No se pueden reservar tumbonas pero nadie hace nada tampoco... aún así la mayoría de las tumbonas tienen el respaldo roto, no se pueden regular; hacen el apaño pero no son ni por asomo unas tumbonas de un hotel 4 estrellas superior...
¿Cuál fue la razón principal para escoger este hotel? Precio, ubicación, calidad, equipamiento?
Precio.
¿Cuál fue el principal motivo de tu reserva, negocio o placer?
Placer.