La historia de Caín y Abel renace, esta vez desde un barrio periférico de esta o cualquier ciudad capital.
Por un lado, la familia por años acostumbrada a sobrevivir con la pensión de la madre muerta. Por otro lado, la difunta intenta recuperar lo que su familia le ha quitado para poder descansar en paz. Fratricidio bíblico, y el alma de una madre que sin tiempo y sin espacio, vagará eterna y errante.
El Teatro La Mama presenta en temporada esta puesta en escena del grupo Teatro de Subida.